¿Pero qué le han hecho al batmóvil?

En realidad no le llaman batmóvil en los cómics, pero se acepta en las películas y de manera humorística en la serie de Adam West de la década de 1960. Y para entendernos, sirve. Hablamos de los coches, qué digo coches, los cochazos megaequipados de gadgets con los que Batman se pasea por Gotham City para darle caña a los malos. No son como los de James Bond, todo sofisticación. Suelen ser más toscos, puro músculo. Y con su última entrega se han pasado. Dicen.

Después del Ford Lincoln Futura, todo un concept car,

con el triple salto mortal del Batman de Tim Burton, que montaba sobre el chasis del Chevrolet Impala el espíritu coupé del Bugatti Tipo 57 y el Porsche 962,

tras el artificioso bólido de la cinta de Joel Schumacher, que más parece el Guggenheim en esa extravagante mezcla de Lamborghini con Humvee,

actualizado en El Caballero Oscuro, con Christian Bale a los mandos,

nos encontramos con una nueva entrega. Y los que han visto la cinta lo anuncian como un auténtico tanque. Pero en el medio segundo aproximadamente que sale en el trailer de Batman v. Superman no nos ha dado esa impresión.