Cambio del líquido refrigerante


Usar agua del grifo en lugar de líquido refrigerante es un asunto más grave de lo que parece. Algunos piensan que en realidad es otra excusa de la industria de la automoción para sacarnos el dinero y que da igual si utilizamos el producto correcto o no, pero usar un líquido inadecuado trae consecuencias. Aquí mostramos el resultado de haber usado durante años agua corriente en el circuito de refrigeración de un Renault Megane Scenic. Un buen día, el termostato deja de funcionar por el óxido y el deterioro ocasionado por el agua sin destilar, y entonces el líquido no circula y, por tanto, no refrigera el motor. Consecuencia: el vaso de expansión revienta.


LOS SÍNTOMAS
El coche sufre un calentón. Al examinar el motor, se ve claramente una raja en el vaso de expansión, por lo que el líquido se ha fugado por ahí, pero ¿cuál es la causa? Por alguna razón, el agua que refrigeraba el vehículo dejaba de circular y al comprobar que hay impurezas en el vaso, es probable que otras piezas fueran dañadas por la utilización del líquido inadecuado. Entre ellas hay una decisiva: el termostato. Si no funciona correctamente, no se abre cuando es necesario y el agua no recircula para hacer su función. Como no hay restos de aceite en el vaso ni el coche expulsaba humo blanquecino, descartamos que se le haya ido la culata, así que probamos una solución económica: 11 euros nos ha costado un nuevo termostato. El nuevo vaso de expansión, sacado del desguace, tampoco nos quita el sueño. Adelante.


DESMONTAJE
Lo primero es vaciar el líquido refrigerante, con cuidado de no abrir el tapón si está caliente y hace burbujas en el interior, porque el agua saldría despedida y nos quemaría. En nuestro caso, como se ha perdido por la raja del vaso de expansión, no necesitamos vaciar nada.

Sustituimos el vaso de expansión. Son dos abrazaderas y dos tornillos. Hemos recurrido al desguace para hacernos con la pieza.


Después se retira el termostato. Para ello desalojamos el líquido residual de los manguitos que lo conectan. Si no tiene tapón de desagüe (debajo del radiador) se retira el manguito del radiador, como es nuestro caso.


Aquí está el manguito fuera de su sitio y con el líquido chorreado por el suelo.


Quitamos el filtro del aire para ganar espacio.


Retiramos el manguito del termostato que proviene del radiador y también el que lleva al vaso de expansión.


Quitamos el termostato. Son tres tornillos con la llave 10.


Aquí tenéis el termostato defectuoso. Lleno de óxido y con la junta corroída.


Limpiamos el circuito. Usamos una manguera de jardín para eliminar con la presión del agua la cal y los otros restos e impurezas que se han ido acumulando con el tiempo, y para eso también quitamos el manguito que viene del motor. Metiendo la manguera por la parte superior del radiador hacemos que caiga por la de abajo toda el agua sucia.


Y por la boca del termostato, el agua sale por el otro extremo. Después lo podemos hacer también en el sentido inverso.


Ya que estamos, repetimos la operación por todos los manguitos y vemos chorrear el agua marrón. Eso nos confirma que hemos hecho bien.

MONTAJE
Se coloca el termostato nuevo y se vuelven a atornillar los tres tornillos.


Se vuelven a colocar los manguitos: al radiador, al termostato, al motor.

Procedemos a echar líquido refrigerante. Los hay de varios tipos, todos ellos con mejor resultado que el agua no sólo porque no son agresivos para los manguitos, el radiador, el termostato o el vaso, sino porque además ofrecen mejor rendimiento retrasando el calentamiento. Prometemos una entrada específica sobre las propiedades y ventajas de cada uno de estos productos.


Cuando te decidas por uno, usa siempre el mismo, no es conveniente mezclarlos. Tendrías que volver a limpiar el circuito para que no te dé problemas.

Al reponer el líquido refrigerante, necesitaremos purgar el circuito para evitar que se quede aire. Suele haber un purgador entre el termostato y el motor, o en la intersección de los manguitos, o bien en el radiador, depende del vehículo. Si no lo encontramos a la vista hay que consultar el manual del coche. Consiste en un tornillo que hay que aflojar, encender el coche para que empiece a circular el líquido, y que cerramos cuando empieza a brotar por el purgador. Esa es la señal de que ya no queda aire.

En nuestro caso no hay purgador y la manera de asegurarnos que expulsa ese aire es encender la calefacción con el coche en marcha.

En el proceso de recarga del líquido refrigerante tendremos que rellenar varias veces. Llenamos hasta el nivel óptimo, encendemos el coche hasta que salte el ventilador y después observamos por dónde se ha quedado el nivel, ya que al distribuirse por el circuito bajará y necesitaremos volver a echar más líquido.

Con todo ello conseguiremos mantener el líquido en el margen adecuado del vaso de expansión y comprobaremos que, ya con el refrigerante idóneo, el coche clava los 90ºC de temperatura óptima de funcionamiento.

4 comentarios :

  1. hola muy buena tu imformacio te felicito

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  2. Que pasa si mezclas 2 anticongelantes del mismo color pero con distinto grado de ebullición y diferente grado de congelación?

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  3. Hola, Jose A. Dominguez. En realidad el color es indiferente, se suelen usar para ver mejor las fugas. Si es para rellenar un poco no pasa nada, sólo que igual merma un poco la función anticongelante del más alto. Recuerda que lo ideal es cambiarlo cada dos años para que disfrutes al 100% de sus propiedades.

    Nos alegra verte por aquí.

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