Si Fernando Alonso es el piloto de Formula 1 con más puntos de la historia es por el cambio de puntuación, ya ajustamos cuentas en este post anterior. Si además es el piloto más respetado, es por su fama de sacar el máximo provecho de coches poco competitivos. Pero si alguna vez ha sido campeón, fue gracias a Renault. Pero al Renault bueno, el azul y amarillo, el de los años triunfales 2005 y 2006. Con el que se proclamó campeón más joven que nadie... antes de que el aguafiestas de Vettel arrasara con todo, claro está.
El Renault de la fotografía no es vaya con la equipación de visitante, sino que es otro diferente al de sus años dorados. En concreto, se trata del R28, el que utilizó para competir en el Mundial de 2008, de regreso a la escudería francesa después de un polémico y fatídico año en McLaren. Y lo que se encontró en su etapa puente hasta acabar en Ferrari fue eso mismo, un coche puente.
El R28 comenzó fatal la temporada, pero acabó levantando cabeza con una serie de innovaciones. De una parte, la característica aleta de tiburón similar a la que previamente había incorporado Red Bull. Por otra, el amortiguador j-damper que suponía una versión legal del mass damper prohibido por la FIA en 2006.
Todo esto permitió a Alonso convertirse en el primer piloto ganador de una carrera nocturna (Singapur). También se impuso en Japón y esa segunda mitad de año protagonizó una meritoria remontada que le permitió finalizar –¡ay!– quinto.
Este bólido a escala, el de la fotografía, no es una pieza de artesanía como los dos mostrados anteriormente de Manuel Jesús Ríos. Este es de fábrica. Y claro, a estas alturas, también de colección. Ahí queda que, a pesar de la temporada mediocre, el R28 está a 150 euros en Ebay, oiga.
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