El 22 de abril de 2013, Porsche anunciaba a María Sharapova como embajadora de la marca alemana. «Es una atleta excepcional, que combina alto rendimiento con elegancia y energía. Esas son precisamente las características de nuestros deportivos», decía para la ocasión Matthias Mueller, CEO del fabricante de Stuttgart. Y añadía: «Maria Sharapova es la elección ideal. Su perfil y carisma encajan a la perfección con Porsche». Hoy esas palabras están vacías de sentido después de que la firma haya prescindido de la tenista tras reconocer su dopaje continuado en los últimos años.
Y no sólo Porsche, sino también Nike y Tag Heuer han disuelto su vinculación con la deportista rusa, según hemos leído a la BBC. No hemos encontrado ningún comunicado oficial en su sitio web de prensa ni tuit alguno sobre el asunto (más allá de uno muy sutil en el que hay que adivinar la alusión a la tenista rusa), así que nos fiamos de las fuentes del medio británico.
Antes de firmar con Porsche, Sharapova ya se había habituado a los automóviles de alta gama gracias a su rendimiento sobre la pista. Incluso había ganado un 911 Carrera S Cabriolet blanco como premio añadido en el Grand Prix de Stuttgart. Hoy la han bajado del súper deportivo en marcha.
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